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Opinión y resumen exprés de "Historia de un crimen: La búsqueda"

  • Foto del escritor: Tadashi Novel
    Tadashi Novel
  • 25 jun 2020
  • 6 Min. de lectura

Actualizado: 24 jul 2020



El caso de Paulette sucedió en el 2010 en México y fue un caso que estuvo lleno de dudas y misterios y Netflix recientemente decidió sacar una miniserie que habla de este caso complicado.

Ya terminé de verla, por lo que me gustaría dejar mis conclusiones. Como aclaración, quiero decir que el resumen, crítica y opinión estarán basados en su totalidad en los hechos y situaciones que nos narra la serie, evitaré en la medida de lo posible hacer alusión a la realidad. ¡Comencemos!

¿Qué fue lo que sucedió después con este caso? Intentaré no enrollarme mucho al explicarlo.

Parte I: El caso y el escándalo

Básicamente, el caso de la desaparición de Paulette se empezó a hacer tendencia en redes sociales, en todos los noticieros se hablaba de ello y comenzaron las entrevistas hacia la familia. Las noticias trataban este asunto como un espectáculo y difundían información escandalosa de la familia.

El cuerpo policial se encargó de realizar el interrogatorio hacia cada uno de los miembros de la familia, no obstante, encontraron incongruencias en sus historias. Tras las declaraciones dadas por los habitantes de la casa, se decide hacer un arraigo y se los llevan a un hotel en Toluca.

Durante el arraigo todos afirmaban no saber donde se encontraba Paulette y que no estaban relacionados con su desaparición, a excepción de Mauricio (el papá de la víctima), quien le dice a Alfredo Castillo (subprocurador del Estado de México) “Sí, yo sé dónde se encuentra, pero solamente te lo diré si me ayuda de forma legal para que no tenga problemas con la justicia”.

Horas después de esta declaración y tras nueve días de la desaparición, Alberto (procurador del Estado De México) recibe una llamada, se dirige hacia la habitación de Paulette y descubre que ella se encontraba atrapada en el colchón de su cama y exclama “Nos la plantaron.”

Alberto se encargó de dar el aviso donde decía que se había encontrado a Paulette en el colchón de su cama. A él le dijeron que las pruebas arrojaban que había sido un accidente porque no había indicios de violencia, no obstante, él no estaba seguro y sospechaba que se trataba de un homicidio.

No sabía cómo resolver el caso, por lo que pide ayuda, primero a Miguel Ángel Mancera, el entonces procurador del D.F., y después de una agente del FBI. Tanto Mancera como la agente del FBI tenían dudas sobre el caso y reconocían las carencias y fallos que tenía la investigación, sin embargo, ambos concluyeron que todo se trataba de un accidente.

Una conclusión que se basó en las evidencias manipuladas por Alfredo Castillo. Alberto seguía convencido de que no era un accidente, buscó en todos los archivos del caso y observó la declaración de Mauricio, donde confiesa saber dónde se encuentra su hija, y casetes que Alfredo había ocultado de él.

A pesar de todo esto, el gobierno no estaba interesado en darle más vueltas al caso y lo presionaron para que se apegara al expediente original. Al final, da una conferencia de prensa donde admite que hubo carencias desde el inicio, que no habrá acciones legales en contra de nadie y que la investigación se cerrará con base en las evidencias de las investigaciones realizadas. La opinión pública se quedó inconforme y Alberto terminó renunciando.

Amanda (amiga de la mamá de Paulette, Lisette) en un principio quiere ayudar a su amiga, no obstante, después se quiso colgar de la fama del caso, dando un par de entrevistas donde deja mal parada a Lisette.

Al final, las televisoras pierden el interés en ella por lo que decide escribir un libro titulado “¿Dónde está Paulette?”. Para este libro, Amanda incluso tuvo una cita con Alfredo Castillo, con la finalidad de obtener su perspectiva del caso. Ella creía que el libro funcionaría, sin embargo, nunca fue un éxito y muy pocas personas asistieron a su firma de libros.

Alfredo Castillo tomó las riendas de la investigación inicial del caso. No obstante, se le veía con una actitud extraña, quería que todo indicara que se trató de un accidente y hacía todo lo que estuviera en sus manos para que esa versión tuviera fuerza; llegó al punto en el cual manipuló las evidencias, cambió los expedientes y daba explicaciones rebuscadas al FBI para que todo cuadrara con las fechas de la desaparición.

Estuvo en constante comunicación con la familia para llegar a una resolución del caso y se puso de acuerdo con Mancera para que éste pudiera facilitar las cosas. Finalmente, Alfredo Castillo fue nombrado el nuevo procurador.

Carolina (una reportera, creada para esta serie exclusivamente), por su parte, estaba convencida de que no fue un simple accidente, fue algo premeditado y el culpable de todo era Mauricio, por los lazos que su familia mantiene con el gobierno. De hecho, desde el inicio se le vio molesta por la atención que le estaban dando a este caso y no a los otros 22 casos de niñas desaparecidas.

Ella realizó su investigación, se juntó con un perito quien estaba decidió a contar su verdad, escribió su artículo y estaba decidida a exhibir a la familia Gebara. No obstante, fue amenazada y al final Miguel, el jefe de la televisora donde trabajaba, “compró su silencio” al ofrecerle un honorario mensual elevado, seguridad y su propio espacio como titular.

Aun así y con el silencio de Carolina comprado, los reportajes de las televisoras afirmaban que las autoridades mostraban inconsistencias y que no se había hecho justicia. Como dato, el perito quien quería decir la verdad desapareció sin dejar rastro.

Mauricio y Lisette tuvieron problemas entre ellos y se acusaban mutuamente de estar relacionados con la muerte de Paulette, de hecho, él se quedó de manera ilegal con su otra hija y no permitía que su madre se acercara.

Mauricio se abstenía de dar declaraciones del caso, mientras que Lisette decía constantemente que sólo quería obtener una explicación de los hechos. Finalmente, se necesitaban las firmas de ambos donde se aceptaba que la muerte de Paulette fue un accidente, lo que dejaría a todos libres de culpa y terminaría con esta guerra; la única condición que puso Lisette fue obtener la custodia completa de su otra hija, Mauricio aceptó sin pensarlo.

Después de este relajo, Lisette salió y agradeció a Mancera por el regalo del Día de las Madres, no obstante, seguía inconforme e insistía en que quería ver el expediente del caso.

La serie termina con una entrevista de Carolina a Alfredo Castillo. Todas las preguntas iban bien hasta que Carolina le pregunta “¿Cómo usaste el caso Paulette para llegar a ser procurador?”, a lo que Alfredo responde “¿Cómo lo utilizaste tú para tener tu noticiero?”. Y finaliza la serie.

Parte II: Mi crítica y opinión

El verdadero motivo de la serie no es retratar el caso de Paulette ni darnos una explicación clara de los hechos, sino realizar una crítica hacia el gobierno corrupto de la época mediante este caso.

Lo vemos desde un inicio de la serie, donde le dieron importancia a esta desaparición sólo porque la familia del padre tiene relaciones importantes en el gobierno, se ve después en la manipulación de pruebas por parte de la procuraduría para que las historias cuadraran convenientemente.

Se ve de la misma manera en las amenazas que recibe la prensa para evitar que se revele una verdad que comprometa al gobierno, se ve en las presiones que reciben los altos funcionarios para decir lo que les ordenan y se ve en las conversaciones que mantienen figuras como Mancera que nos muestran como usaron este caso para obtener beneficios políticos.

Entonces, si queremos ver la serie como una crítica al gobierno y a la corrupción que hay dentro de él, es una serie bastante buena. No obstante, si la vemos como una serie que nos explique los hechos del caso de Paulette, es mala y carece de la seriedad necesaria para tratar un tema así.

Considero que la gran mayoría esperaba una serie seria que nos pudiera esclarecer los sucesos de un caso que a la fecha sigue causando polémica, y es por esto por lo que en lo personal no recomiendo que vean la serie, el enfoque que le dan puede considerarse como una especie de propaganda, considerando la realidad que estamos viviendo hoy en día; pero ese es otro asunto.

Para concluir, si querían exponer al gobierno de la época considero que pudieron haber ocupado otros medios más adecuados, como una historia original, y no hacer uso de un tema tan delicado.

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